Adrián fue de los últimos clientes que vivió nuestro antiguo y retirado servicio de asesorías convencionales.
De hecho la entrevista que grabamos con él sirvió de precedente para un gran cambio en la empresa, y la salida posterior de nuestra Metodología Salvaje y el Programa de 12 meses.
Estuvo con nosotros un total de cuatro meses, y fue suficiente para —como él llegó a decir— cambiarle la vida y su visión del entrenamiento físico.
Lo más loco de su caso fue su contexto personal:
Así lo cuenta Adri:
Adrián era neófito en el tema de «alimentación pautada». Sabía lo que oía por ahí de amigos y familiares, con los típicos mitos de que el pan engorda o que existen alimentos prohibidos.
Cuando recibió nuestro plan de comidas, lo primero que nos dijo fue:
«¡Esto es más comida de la que como! ¿Cómo voy a perder grasa así?»
Pero sí, era lo que tenía que comer. Sin eliminar hidratos ni grasas, ni prohibir alimentos.
Según él:
Su contexto era complicado, y durante las primeras semanas no pudo llevar a cabo todas las indicaciones del plan, por lo que los resultados no llegaban.
Lo que fallaba era la cantidad de movimiento diario —medido en pasos— que es muy importante para generar un gasto calórico suficiente como para quemar grasa (obviamente está todo calculado y orquestado junto a la cantidad de comida y los entrenamientos).
En circunstancias normales, donde no existe acompañamiento, cualquier persona hubiese abandonado por pensar que «no es el momento adecuado». Craso Error. En este caso Adrián contaba con nuestro acompañamiento y tras explicarle que es normal que tengamos semanas así; donde no hay manera de sacar tiempo, hay compromisos o imprevistos.
Al final Adrián pudo organizarse y conseguir los objetivos de movimiento diario.
¿Tras estas primeras semanas ya no hubo ningún contratiempo ni compromiso en su proceso?
Ni de broma. No existe ningún plan ni caso real en el que el proceso de cambio físico todo sea maravilloso, recto y fácil. Ninguno, por mucho que en las redes te intenten convencer de lo contrario.
En el caso de Adrián, conforme aparecían las circunstancias, íbamos solucionando cada cosa y transmitiendo los principio que permiten progresar continuamente disfrutando y siendo una persona normal y corriente.
Normalmente uno mismo tiende a infravalorar el potencial que se tiene, sobretodo si se viene de intentos anteriores que no han dado resultados o de una falta grande de información.
Adrián pensaba que eso de «marcar abdominales» no sería posible en su caso, y menos con su contexto tan complicado por las responsabilidades diarias.
En una de las revisiones le dijimos que si seguíamos el ritmo que llevábamos, los abdominales aparecerían en breves.
Poco tiempo después de la conversación sobre los abdominales, conseguimos esto:
Escribimos sobre su caso en nuestras redes, contando cómo cuando alguien tiene claro lo que quiere y se deja guiar por gente creíble con un buen plan, los resultados sobrepasan expectativas.
Actitud con la que se ha tomado el proceso de cambio físico:
Lo que destaca y más valora del servicio:
¿Te gustaría vivir el mismo proceso de cambio físico?
Hay dos maneras de conseguir una plaza en el Programa Año Salvaje
Entrar a Par de Semanas Salvajes, que es una especie de prueba de 14 días con una versión reducida del Programa. En ella comprobamos si podemos trabajar contigo, y al final de las dos semanas te decimos si es posible o si no.
Y la otra opción, si ya nos conoces o tienes claro que este programa es para ti, es solicitar el acceso mediante un formulario y las conversaciones posteriores que creamos convenientes.
Aquí dejo los botones a cada una de las opciones: