Nestor arrastraba dos problemas antes de decidir ser integrante del Programa Año Salvaje:
(1) Sobrepeso cogido tras la cuarentena de la pandemia. Obviamente no era saludable y tampoco se veía como quería.
Ya había intentado bajar de peso antes, pero el resultado siempre era verse flácido, sin músculo y con efecto rebote al poco tiempo.
Por lo que se había demostrado que necesitaba ayuda externa, alguien o algo que le ayudara a hacer lo correcto y mantener el compromiso. En este caso fuimos nosotros.
(2) Años de entrenar en el gimnasio sin ver resultados, prácticamente estancado, sin progresar.
Una persona natural y normal puede estar toda una vida yendo al gimnasio y que prácticamente no se note, es más, que aun estando 5, 10, 20 años, siga siendo novato.
Es así porque el simple hecho de ir y «levantar cosas» no significa que lo estés haciendo bien, o lo suficientemente bien como para ganar músculo.
Ese era el caso de Nestor, y la razón de que cada vez que perdía peso se viera flácido, poco estético y sin músculo.
Comenzamos el Año Salvaje con la primera etapa; Valle de la Muerte.
Se llama así porque es la parte más dura de un proceso de cambio físico, es donde la mayoría abandona cuando van por su cuenta y sin ayuda.
Nestor empezó en 106,5 kg de peso para 181 cm de altura y 106 cm de cintura.
En esta etapa nos centramos en que la persona comprenda cómo es el proceso y aprenda lo más básico sobre entrenar y comer correctamente.
Su caso era la de una persona con trabajo y día a día muy sedentarios, así que lo que más le chocó fueron los pasos diarios que tenía que dar. Básicamente sacar tiempo para moverse paseando.
Digamos que fue un reto, pero lo solucionamos con otras maneras de moverse para gastar calorías los días con menos tiempo.
No lo hizo perfecto. Hubo semanas mejores y peores; pero lo hizo, que es lo importante.
Tras un primer mes en el que nos centramos con la técnica de los ejercicios y la adaptación a un plan de comidas; pasamos a la Fase Trinchera.
En esta etapa la prioridad es empezar a construir sobre los cimientos técnicos que hemos adquirido en la primera fase.
¿Cómo?
Empezando a conocer cómo es entrenar realmente intenso.
La mayoría piensa —equivocadamente— que entrenar fuerte es meter todo el peso posible a los ejercicios.
Eso lleva a estancamiento y lesiones.
En esta etapa enseñamos a cómo entrenar intensamente para crear de manera segura y consistente cada vez más músculo y fuerza real.
También es la fase en la que vemos y notamos los primeros resultados consistentes:
Nestor notó esa ganancia de fuerza en el ejercicio predilecto de los hombres:
Cogió sus primeros 100 kg en press banca.
Y ojo, perdiendo grasa a la vez.
Aproximadamente dos meses después de entrar al Programa Año Salvaje pasamos a la primera etapa real de pérdida de grasa.
En ella el objetivo es quitar toda la grasa que sea posible de manera natural y sin pasar hambre.
Es la antesala a la etapa más importante, que es la de concentrarnos en ganar masa muscular, y para eso, necesitamos partir de un porcentaje de grasa aceptable.
Las dos primeras etapas anteriores preparaban esta en cuanto a habilidades y adaptación progresiva al plan anual.
Es un momento dulce en el que prácticamente cada semana ves mejoras visuales.
Cuando íbamos por los 94 kg de peso (12,5 kg perdidos desde que empezamos) comenzaron a aparecer muchos imprevistos seguidos en el plan.
Nada raro en un proceso de cambio físico real y sostenible.
Es por eso que cuando alguien intenta hacerlo en unos pocos meses, fracasa. Esto es un proceso que mínimo lleva un año en una persona natural y normal que no se dedica por y para esto.
En caso de Nestor fueron viajes de trabajo, festivales, campings, compromisos varios… Lo normal.
En unas semanas concretas comprobamos que el avance del plan se había ralentizado demasiado, así que fue momento de reubicarnos en el plan para volver a la carga en lo que era la última parte de la pérdida de grasa.
De lo que se trata es de ir surfeando esos imprevistos y aprender a afrontarlos, porque siempre aparecen, y deben hacerlo, por eso es necesario estar un año acompañado, para vivir el proceso con un «salvavidas» que te haga no abandonar en los momentos de incertidumbre.
Quienes dicen que van a esperar a un «buen momento» para comenzar su cambio físico, no tienen ni idea de que va esto, y por eso nunca empiezan y nunca lo logran.
Hay que aprender a ser flexible, como dice aquí Nestor:
Tras esos «imprevistos» logramos llegar a los 89 kg de peso, es decir, 17,5 kg menos de peso en las tres primeras etapas del Programa Año Salvaje.
La cuarta etapa es Rock N Roll.
En ella buscamos tener un buen entorno para crear toda la masa muscular que se pueda.
Para eso necesitamos comer las calorías justas y necesarias para ganar peso lentamente y asegurarnos de que los entrenamientos están haciendo su función.
En el caso de Nestor usamos esta fase como un periodo de «descanso de la pérdida de grasa», ya que cuando es un caso en el que tenemos que bajar alrededor de 20 kg de peso o más, no es lo ideal hacerlo del tirón.
De igual modo se ganó musculatura y fuerza.
¿Por qué?
Porque el cuerpo está continuamente haciéndolo cuando hay estímulo suficiente (por medio de un entrenamiento bien hecho).
Lo único que, en periodos de déficit calórico, no es el entorno ideal para «ganar todo el músculo posible», aunque cuando se es novato, la ganancia muscular en los primeros meses es grande.
Así que tras este periodo de ganancia muscular y progreso físico, pasamos a la última de las etapas (y en la que estamos actualmente).
En la que terminaremos de eliminar la toda la grasa que sobra y dejaremos ver la musculatura ganada.
[ETAPA ACTUAL EN PROCESO]
En este caso, lo principal ha sido el aprendizaje y adquisión de los hábitos clave que permiten progresar semanalmente en el gimnasio y en el físico.
Con una buena planificación del proceso, un acompañamiento constante y cercano para superar los imprevistos, una formación continua de cómo son las cosas, y por supuesto, la ejecución de Nestor, no se habría conseguido:
En una de las últimas entrevistas, Nestor dio estas duras declaraciones:
¿Te gustaría vivir el mismo proceso de cambio físico?
Hay dos maneras de conseguir una plaza en el Programa Año Salvaje
Entrar a Par de Semanas Salvajes, que es una especie de prueba de 14 días con una versión reducida del Programa. En ella comprobamos si podemos trabajar contigo, y al final de las dos semanas te decimos si es posible o si no.
Y la otra opción, si ya nos conoces o tienes claro que este programa es para ti, es solicitar el acceso mediante un formulario y las conversaciones posteriores que creamos convenientes.
Aquí dejo los botones a cada una de las opciones:
