Jose Miguel siempre había tenido sobrepeso, además arrastraba ginecomastia severa que lo llenaba de complejos y ganas de cambiar.
Hubo un momento en que decidió bajar de peso y comenzó a hacerlo por su cuenta con dietas muy extremas que empeoraban aun más su relación con la comida.
De hecho, es muy típico ver casos en los que las personas están de lunes a viernes siguiendo dietas muy bajas calóricamente o haciendo protocolos del tipo «ayuno intermitente», acumulando ansiedad y hambre, llega el fin de semana y no son capaces de parar de darse atracones de comida.
Se pasan en un bucle de avanzar un paso y retroceder dos, además de las consecuencias anímicas.
En su caso concreto logró bajar más de treinta kilos, partiendo desde los 120 kg. Fue ahí cuando se operó de la ginecomastia, y entre la operación y una época de exámenes, volvió a coger mucho peso.
Normalmente es lo que suele ocurrir cuando nos centramos en bajar kilos en la báscula. Nunca tenemos que fijarnos solo en el peso, sino en cómo quemar la grasa que nos sobra a la vez que trabajamos ejercicios de fuerza en condiciones, para preservar musculatura e incluso aumentarla.
La ganancia muscular es la clave, y para ello el entrenamiento es la piedra angular. Si solo nos matamos de hambre para bajar de peso; nunca llegaremos al objetivo estético y saludable que buscamos, y estaremos en un bucle de bajada-rebote para siempre.
Josemi en el momento que comprendió esto; nos buscó.
Así lo cuenta él:
Antes de empezar, cayó en la trampa de dejarse guiar por las redes sociales y los consejos que se escuchan por ahí:
El proceso lo empezamos en 95 kg de peso y 96 cm de cintura.
Comenzamos la etapa Valle de la Muerte y Trinchera bajando de media 2-3 kg al mes, cosa que al principio pareció lento a Josemi, ya que en el pasado hacía locuras de bajar mucho peso de golpe.
En estas primeras dos etapas lo importante es el entrenamiento, crear una base sólida y de calidad, dónde a cada sesión de ejercicios le saquemos todo el jugo a nivel de técnica e intensidad.
Bajábamos grasa, sí, y también ganaba fuerza a la vez, señal de que íbamos por buen camino.
Tocamos los 90 kg sin renunciar a viajes y comidas fuera de casa (con moderación y acorde a las estrategias que le indicábamos).
Josemi cumplía siempre los no-negociables de Año Salvaje:
Así vivió Josemi los inicios y comprensión del proceso, que como es lógico, no fue fácil:
A medida que nos acercábamos a los 84-85 kg de peso, comenzó a ver los verdaderos resultados, comprobando así lo distinto que es simplemente «bajar de peso» a seguir el Método Salvaje.
Los abdominales y hombros comenzaron a marcarse:
En este fragmento de entrevista cuenta como es el proceso de verse por primera vez los abdominales marcados:
Josemi terminó su fase de Espartano entornos los 82-83kg, y tras eso tuvo que entrar en una Academia Militar, con lo que pausamos su proceso.
Hasta este punto del proceso, habiendo completado las tres primeras etapas del Método Salvaje (Valle de la muerte, Trinchera y Espartano), ha conseguido:
¿Te gustaría vivir el mismo proceso de cambio físico?
Hay dos maneras de conseguir una plaza en el Programa Año Salvaje
Entrar a Par de Semanas Salvajes, que es una especie de prueba de 14 días con una versión reducida del Programa. En ella comprobamos si podemos trabajar contigo, y al final de las dos semanas te decimos si es posible o si no.
Y la otra opción, si ya nos conoces o tienes claro que este programa es para ti, es solicitar el acceso mediante un formulario y las conversaciones posteriores que creamos convenientes.
Aquí dejo los botones a cada una de las opciones: