Vero entrenaba en casa por su cuenta (mancuernas, TRX, gomas). No había seguido un plan de alimentación ni tenía guía en el entrenamiento. De hecho, comía muy poco y no veía cambios por más que se esforzaba, así que se la pasaba todo el día enfadada.
Quería cambios visibles, sobretodo en la zona gluteos, pero no veía necesario el gimnasio: «en casa me apaño». Por eso, dejamos claro desde el día 1 que si quería realmente una transformación real y suficiente, debía apuntarse al gimnasio.
Vero llegó con muy poca masa muscular.
Su peso era de 60 kg para 160 cm de altura.
Un dato clave en este cambio físico es su cintura. Tenía 74 cm.
Empezamos el plan y lo primero que le sorprendió fue que empezó a comer más mientras buscábamos perder grasa:
El objetivo de esta primera etapa es ordenar lo básico y evitar el abandono típico que se produce en personas sin acompañamiento n el «primer mes».
Una vez pasamos la primera etapa y consolidamos lo básico para progresar cada semana, pasamos a Trinchera.
En esta segunda etapa buscamos mejorar aun más los entrenamientos para conseguir más (y mejores) resultados en menos tiempo, y para eso, la intensidad es clave.
✅ Consolidados los hábitos clave para progresar cada semana.
✅ Entrenos bien ejecutados y con intensidad real.
Ahora, para la tercera etapa, ya si tocaba centrarse totalmente en perder toda la grasa molesta.
En relación a esta pérdida de grasa, uno de los miedos o pegas de la gente es el pesar alimentos, pero, la realidad es que no es ni la mitad de lo que se imaginan.
Escucha:
A medida que íbamos avanzando nos decía cosas como estas:
Y ojo, muchos piensan que perder grasa es comer aburrido o repetido… Pues no, mira:
Terminamos esta etapa de pérdida de grasa en 57,4 kg de peso, y lo más importante, 66 cm de cintura.
Es decir, 2,6 kg de peso menos y 8 cm menos de cintura.
Para una persona como ella, que no traía un sobrepeso, son unos datos muy buenos porque hemos perdido poco peso pero disminuido mucho la cintura. Vamos, que hemos «tonificado» las zonas que más nos interesan y ganado músculo en otras que después veremos.
Estos son los comentarios que hizo ella en las revisiones finales de esa etapa:
Tras la pérdida de grasa estábamos listos para ir a por los verdaderos cambios, la ganancia de masa muscular, donde realmente un físico se transforma.
Para una mujer que viene de haber intentado muchas dietas, decirle que ahora es momento de «ganar peso» es un shock.
Pero es necesario y no es como se imagina. No se trata de subir de peso a toda costa, ni verse «rellenita». Es todo lo contrario.
Cuando se ha preparado bien el contexto (como así lo hacemos en las tres primeras etapas) y se hace correctamente esta etapa de Rock N Roll, lo que ocurre es que las zonas que tú quieres mejorar, empiezan a hacerlo sin que te veas peor en el espejo en las demás zonas.
Vero tenía miedo, ya que nunca había subido «aposta».
Pasamos de 57 kg a 62 kg aproximadamente.
Todo manteniendo la cintura sin pasar de los 69 cm (es decir, pesando 2 kg más que al inicio pero con menos cintura, de 60 kg y 74 cm de cintura a 62 kg y 69 cm de cintura).
Una de las cosas más interesantes de las que hablar es como una persona cambia su perspectiva de una semana a otra.
Ese es el principal motivo de que la gente que no contrata acompañamiento nunca consiguen un cambio físico notable y duradero, no son capaces de ser objetivos con sí mismos, y terminan en una montaña rusa de cambiar los planes y liarla.
En el caso de Vero podemos ejemplificarlo viendo los cambios en sus comentarios de revisiones. Eran literalmente como montañas rusas durante esta fase.
Pongo algunos ejemplos:
Unas pocas semana más tarde:
Y de nuevo unas pocas semanas después:
Tener un método y acompañamiento humano que trate cada detalle de tu plan con objetividad es la diferencia entre lograr el físico más salvaje de toda tu vida, o no.
Avanzamos y fue ganado masa muscular corrigiendo los ejercicios y aumentando la intensidad en el volumen:
Terminamos la fase Rock N Roll con más peso que al inicio (60kg→57kg→62kg) y con mucho mejor aspecto:
Por último, tocaba la Etapa Salvaje, donde perdemos la poca grasa que hayamos podido coger en la fase de ganancia muscular.
Tras unos meses, logramos bajar a 59,5 kg de peso y 64 cm de cintura.
Lo mejor de todo es el aspecto físico, que cambió totalmente. Y si te fijas, pesando prácticamente lo mismo que cuando empezó, por eso siempre decimos que el peso no es lo realmente importante.
Este fue el resultado:
